sábado, 9 de agosto de 2008

Testificando en una fila de espera...


Hoy fui a un centro de copiado y al llegar había mucha gente en fila. ¿A nadie le gusta esperar, verdad? En la fila estaba un muchacho y el material que llevaba a fotocopiar decía "Bendiciones" así que le dí un tratado de la Tarjeta Inteligente.

Elvis (así se llama. Míralo en la foto a la derecha, de blanco.) lo leyó completo y luego me dijo "¿Qué dificil encontrar a alguien con esos valores, verdad?" Le dije "Conoces a alguien que nunca haya mentido". Claro que no conocía a nadie así, entonces hablamos acerca de su pecado, cuánto ha mentido, robado, adulterado y deshonrado a sus padres... y el juicio de Dios.

Oscar: "¿Cómo crees que te irá en el día del Juicio?

Elvis: "Creo que bien."

Oscar: "¿Entonces eres una buena persona?"

Elvis no cree que sea una mala persona como para merecer el infierno. Cree que no es lo mismo robar algo en este mundo físico, y que en el mundo espiritual la justicia es diferente... ¡Qué concepto más equivocado de Dios! Luego de un rato de corregir su concepto de justicia, entonces comprendió que la justicia demanda el castigo del culpable.

Se quedó pensando un rato... me dijo "¿A dónde quieres llegar con esto?"

Entonces, le expliqué que quiero que comprenda su pecado y que si muere hoy y Dios le juzga iría al Infierno. Que Dios es un Juez justo y está lleno de ira contra el impío (el pecado como él).

"Elvis, ¿sabes cómo puedes salvarte de la ira de Dios?"

"Confió en mi capacidad de arrepentirme".

Muchos allí estarían tranquilos en que un pecador comprendió que debe arrepentirse, pero Elvis no estaba siendo humilde. El está aún confiando en su capacidad propia para salvarse... Es orgulloso y Dios resiste al orgulloso. Elvis aún no comprende que necesita un Salvador, y entonces no está listo para comprender la gracia de Dios en Cristo.

Entonces le expliqué que el sólo arrepentirse no funciona. Un juez justo castiga a un criminal aunque este se haya arrepentido. Luego de corregirle, lo comprendió. Le dije "¿Te preocupa?"

"No", dijo.

"¿Ni un poquito? Un tico (costarricense) muere cada 15 minutos y en algún momento te va a tocar. ¿No te preocupa?"

"No, en este momento, no."

Entonces, le dí un tratado Chick. La fila había avanzado, ya era mi turno y el pecador había endurecido su corazón ...

El éxito del evangelismo? Que mi boca confiese al Señor y su grandeza entre las naciones...

Salmos 18:49: "Por eso te confesaré entre las naciones, oh Jehovah, y cantaré salmos a tu nombre."

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